Las contracturas musculares son lesiones muy comunes que todos hemos sufrido alguna vez, no solo los más deportistas, sino que aquellos que realicen posturas repetidas o que vivan con un elevado estrés también las padecerán. ¿Pero sabes qué son realmente?

Las contracturas llevan más de 50 años investigándose, sin embargo a día de hoy todavía quedan muchas preguntas sin resolver. Son consideradas micro-afectaciones en nuestros músculos, pero… ¿qué es lo que sabemos a día de hoy sobre ellas?

EN LO QUÍMICO ESTA LA EXPLICACIÓN

Se han realizado varios estudios en los que se ha estudiado el ambiente químico en músculos con contracturas. En estos trabajos se extraía el contenido celular tanto en personas con contracturas como en personas sin ellas. Y se comparaban los compuestos presentes en ambos grupos.

Las conclusiones fueron muy interesantes ya que en los músculos con contracturas el ambiente químico era muy diferente respecto a músculos sanos. De hecho se pudo relacionar el nivel del ph con la intensidad del dolor (Ph más ácidos, mayor dolor). Además se encuentran múltiples sustancias que se relacionan con el dolor.

¿CÓMO EMPIEZA TODO?

Aunque aún no sabemos con certeza cómo se originan las contracturas, existen varias teorías sobre ello. La piedra angular se encuentra en el exceso de actividad muscular, cuando mantenemos posturas mantenidas o realizamos esfuerzos físicos superando el límite de la tolerancia muscular. Esto genera una crisis ionica celular, es decir un desajuste de los porcentajes de sustancias intra-musculares. Lo cuál desencadenaría una contracción muscular mantenida totalmente involuntaria.

LA ELECTROMIOGRAFÍA

Finalmente los estudios electromiográficos nos aportan un conocimiento muy complementario a los anteriores. La electromiografía es una prueba diagnóstica que mide los impulsos eléctricos. Cuando un musculo se encuentra contracturado encontramos mayor actividad electromiografica que en un músculo sano. Esto se traduce en la contracción mantenida que mencionábamos anteriormente.